domingo, 3 de junio de 2018

Todo llega a su fin




El tiempo pasa y nunca vuelve atrás. Vivimos en constante cambio, en constante evolución, sumidos en rutinas estresantes, viendo cómo el tiempo se nos escapa de las manos sin que seamos plenamente conscientes de ello. Comenzamos algo, y creemos que el fin está muy lejos, pero en verdad, no somos conscientes de que no está tan lejos. Parece mentira que ya hayan pasado 3 años desde que empezamos la carrera, y que llevemos tanto recorrido. En este transcurso, hemos podido estudiar y experimentar distintas asignaturas más o menos útiles para nuestro próximo futuro como docentes.
En un año, saldremos al mercado laboral y lucharemos por quedarnos con una plaza en algún colegio donde podamos poner en práctica nuestros conocimientos y donde podamos ayudar a los niños a que aprendan las cosas de manera significativa y lúdica. De esta forma, ninguno dejará en el olvido cómo han aprendido cada cosa.

La asignatura de Didáctica lengua, en un primer momento, al igual que la de literatura, creía que sería mucho menos útil de lo que ha sido dado que únicamente repasaríamos todo lo que ya habíamos aprendido durante nuestra etapa escolar. Es cierto, que algunas de esas cosas hemos repasado, pero muchas de ellas hemos aprendido de verdad cómo son. Aun así, esta asignatura, principalmente nos ha enseñado cómo debemos actuar en el aula y cómo debemos guiar a nuestros alumnos para que sean capaces de desarrollar adecuadamente todas las áreas fundamentales de la lengua: fonología, morfología, fonética, sintaxis, fonética, semántica y pragmática.

Durante este cuatrimestre, hemos realizado distintas actividades prácticas muy útiles para nuestro día a día como maestros en un centro. En clase y con ayuda de los apuntes, hemos podido ahondar y reflexionar más sobre cada tema, permitiéndonos encontrar los errores que hicieron con nosotros nuestros maestros, con el ánimo de poder mejorar y así, no volver a cometer dichos fallos.

En esta entrada, me gustaría remarcar los contenidos que he ido aprendiendo o rectificando durante el trascurso del cuatrimestre y también recordaré las actividades que he realizado de cada bloque temático. De esta manera, les permitirá a las personas que lo necesiten, repasar dichos contenidos y a mí me servirá para ver qué he sacado en claro, con qué me quedo y guardar está información para mi próximo futuro en las aulas.

¿Empezamos?

Preparados, listos, ¡YA!

Los temas que hemos visto en total han sido 5: Lenguaje, lengua y comunicación oral; comunicación escrita: lectura; comunicación escrita: escritura; sistema de la lengua: ortografía y semántica; y sistema de la lengua: morfología y sintaxis.

Al verlos así, todos escritos, la verdad es que parecen temas un tanto aburridos si recordamos como nuestros maestros impartieron dichos contenidos en el aula pero os voy a demostrar que estos contenidos no son tan aburridos como pensamos…

Cuando hablamos de lenguaje, lengua y comunicación oral, lo primero que se nos pasa por la cabeza es que vamos a tratar el tema sobre cómo hablamos y cómo podríamos mejorar nuestra capacidad oral. En este proceso, es imprescindible que diferenciemos las definiciones de lenguaje y lengua, ya que muchas veces los confundimos y no hablamos del término específico por desconocimiento de las diferencias entre uno y otro.

El lenguaje es  una capacidad que  tenemos todos los seres humanos, que es  un medio para organizar el entorno porque  nos sirve para dar nombre a nuestras percepciones. Sin embargo, la lengua es un sistema de signos que permite a todos aquellos que la conocen, intercambiar información. Es decir, gracias a la lengua, mantenemos una comunicación como tal dado que si el receptor no nos entiende es más complicado.

Me gustaría destacar que el lenguaje, como pone en los apuntes de la asignatura,  nos permite pensar, es el soporte básico de la memoria, el medio de expresión más extenso y algo que nos  permite la autoexpresión. Por esta razón, y gracias al lenguaje, todos tenemos capacidad lingüística; y gracias a la lengua, nos podemos comunicar unos con otros y entendernos.

Desde que somos pequeños, las personas necesitamos relacionarnos con los demás. Por ello, aunque no hayamos adquirido el habla, nos intentamos comunicar mediante el lloro o el balbuceo. Una vez adquirimos el habla, es sumamente importante que vayamos comunicándonos, teniendo en cuenta la edad que tengamos, es decir, el momento evolutivo en el que estemos. Esto último, es muy interesante dado que si hablamos de algo que le interese al niño, llamaremos su atención y de esta manera, colaboraremos a que pueda practicar su capacidad lingüística. También, debemos tener en cuenta que no todos los niños son iguales y que, su propia personalidad muchas veces marcará, su participación o no en la conversación. Nosotros, como maestros, debemos provocar que los niños, cuando vayamos a hablar de algo, se encuentren cómodos para que de esta manera tengan más ganas de participar. Es decir, nosotros, debemos crear un clima adecuado para que la actividad sea productiva para todos los alumnos, ya que de esta manera todos aprenderemos de todos, y respetaremos las distintas opiniones de los demás compañeros.

La escuela, es un lugar donde los niños experimentan, crean, comparten, juegan… y por ello, es muy importante que mientras realizan las distintas actividades, se produzcan diversos intercambios comunicativos. Si obligamos a que los niños estén en silencio, no tendremos oportunidad de que se expresen y hablen libremente. Des está manera, cuando propongamos una actividad en referencia a la comunicación oral, como puede ser un diálogo, los niños participaran dado que tienen confianza con sus compañeros. Se entienden, que también, necesitamos silencio, pero no el que siempre nos dicen ya que si los niños están callados, atendiendo al profesor, el que brilla es el propio maestro. Pero debemos recordar que lo más importante, son ellos, los niños y que ellos mismos son los que deben aprender. El maestro, únicamente debe ser un guía en este proceso, dejándoles a ellos que luzcan con luz propia.

La oratoria, cada vez forma menos parte de la asignatura de lengua en educación primaria. Sin embargo, debería estar presente en todas y cada una de las asignaturas, ya que la comunicación se produce en cualquier momento. Desde la escuela, los maestros debemos reflejar la sociedad, y preguntar a nuestros alumnos que tipo de sociedad quieren ya que son ellos los que cuando salgan del colegio, van a vivir ahí fuera. Las nuevas tecnologías, están dentro de la sociedad en la que vivimos, desde la cual podemos sacar múltiples recursos y los niños pueden disfrutar jugando. Sin embargo, se nos olvidan las personas y lo importante que es a veces, parar, mirarnos a los ojos y entablar una conversación para sentirnos con otra persona, acompañados. Todos necesitamos de los demás, y los demás necesitan de nosotros.

En los medios de comunicación como la televisión o la radio, siguen preparándose distintas actividades relacionadas con la comunicación oral: entrevistas, diálogos, pequeños debates o incluso compartir diversos puntos de vista. El problema, es que algunos programas, nos dan un claro ejemplo de cómo no debemos realizar ninguna de estas actividades, ya que ni ellos mismos saben cómo deben de actuar. Ante todo, debemos respetar lo que los demás digan, aunque no lo compartamos y ponernos en el lugar de los demás para intentar comprender lo que dicen.

El siguiente bloque, trata sobre la lectura, la cual está muy relacionada con la comunicación oral de la que hemos estado hablando anteriormente. La lectura tiene sus procesos y sus ritmos, los cuales debemos respetar.  Sin embargo, actualmente, se utilizan métodos donde los ritmos de aprendizaje no se respetan ya que los niños deben aprender a leer de manera rápida, sencilla y económica. Esto, me recuerda a cuando yo iba al colegio, donde no nos respetaban ir paso a paso, tenía que ser todo para “ya”. La cuestión es: ¿Hemos conseguido algo? ¿Algún objetivo?

Lamentablemente, me identifico mucho con la situación dado que a mí me costó leer mucho, dado que no me encontraba en el ambiente adecuado para empezar este proceso. Sin embargo, desde mi opinión y a través de lo que hemos visto en clase, estoy totalmente a favor de que los niños aprendan estos procesos, pero cuando de verdad pueden. Lo más importante son las personas, y los niños son personas que también tienen sentimientos. Por esto, antes de comenzar con algo nuevo, que sepamos que les va a costar, debemos armarnos de paciencia y buscar el método que sea más completo y por el que creamos, según las características que los niños van a aprender mejor.

El ministerio de educación, marca cuales son los contenidos curriculares de cada curso y los maestros, debemos amoldarnos a ellos para que los niños puedan alcanzar los objetivos. Nosotros, los maestros debemos incluir en la programación dicho contenido, porque el centro nos obliga y porque los contenidos curriculares deben darse. El caso es que, parece que no conocen el desarrollo evolutivo del niño, ni cuando es el momento preciso en el que están preparados para leer. Pero, claro, ¿nosotros qué podemos hacer? Desde la parte que nos toca como maestros, podemos inculcarles a nuestros alumnos el gusto por la lectura, que los alumnos disfruten adentrándose en los distintos textos y que vean la lectura como una actividad beneficiosa para ellos y lúdica.

Para trabajar la lectura en el aula, debemos conocer a cada uno de nuestros alumnos: sus gustos, sus conocimientos, sus aficiones… De esta manera les llamará más la atención la lectura y les permitirá disfrutar más de lo que leen.

De este tema, he podido aprender que hay dos tipos de lectura; la lectura en voz alta y la lectura silenciosa. Ambas son complementarias dado que la lectura silenciosa, es la lectura mediante la cual comprendemos lo que leemos para posteriormente, en la lectura en voz alta, entendamos lo que hemos leído e incluso se lo podamos explicar a los demás. Si en la lectura silenciosa, encontramos algo que no sabemos que es, podemos recurrir al diccionario o al ordenador y buscar más información. De esta manera, podremos adquirir más vocabulario. También, el alumno, puede extraer el significado de la palabra leyendo el resto del texto. De esta manera utilizará las inferencias que hemos trabajado en clase.

Debemos respetar el ritmo de los niños para que puedan leer adecuadamente y debemos proponerles textos atractivos que les llamen la atención. Esto, nos permitirá trabajar la lectura silenciosa y la lectura en voz alta mediante ejercicios específicos de cada proceso relativo a ambas lecturas.
Otro proceso que tiene una relación muy estrecha con la lectura, es la escritura, de la que hemos tratado en el bloque 3.

La escritura, es un acto de expresión en el que la creatividad juega un papel importante a la hora de llevarse a cabo. En la asignatura de educación literaria, hemos defendido la idea de que los actos creativos no están ni bien ni mal, son formas que tiene el individuo de expresar una idea.

Sin embargo, en la asignatura de lengua, nos hemos centrado más en la escritura como un sistema de representación gráfica, por medio de signos trazados o grabados sobre un soporte. Además, es una de las formas que utilizamos para transmitir información. Por esta razón, la escritura es tan importante ya que si no somos capaces de trazar de manera adecuada las letras, no podremos comunicarnos de manera escrita, ya que no entenderán la letra.

Aprender a escribir es usar la lengua escrita en una gran diversidad de situaciones, es decir, entendiendo el contexto. Aunque dentro de la escritura, la grafomotricidad es el control motor asociado a la grafía, que implica direccionalidad, tono muscular, coordinación visomotora y ubicación espacial, también intervienen otras habilidades como: la percepción- discriminación visual, la integración viso-auditiva, el desarrollo de las estructuras temporales, la memoria auditiva y visual, usar una literalidad correcta así como también una direccionalidad izquierda- derecha.

Hay muchos niños a los que les cuesta mucho escribir con letra legible e incluso ellos mismos, no son capaces de comprender qué han puesto. Actualmente, los maestros se dedican a ver si la letra de sus alumnos es “bonita” o “fea”, pero la pregunta es: ¿De verdad eso es lo que nos interesa? Yo creo que lo que debe importarnos es que el niño se dé cuenta de que su letra nos cuesta entenderla y de que por ello debe trabajar para poder cambiarla.


 Hay que recordar que el contexto es muy importante. Si un maestro tiene que eliminar malos hábitos de la escritura de un alumno (postura, velocidad, ritmo…), debe conocer cuándo, cómo y dónde comenzar a introducir las medidas. Aprovechar el momento adecuado o relacionarlo con temas de interés del alumno pueden ser algunas medidas. A esto, también debemos incorporar que no todos los alumnos, utilizan la misma letra, ya que también influye el momento evolutivo, por lo que, cuando veamos algún problema con la escritura, debemos hablar con el niño y proponerle alguna solución o que el mismo sea quien proponga alguna. Debemos tener en cuenta que algunos comentarios con respecto a la letra que traza, pueden herirle por lo que desde el aula, debemos provocar que los comentarios de sus compañeros (si los hay) sobre su lectura sean constructivos y no hirientes.

Todos somos distintos y tenemos maneras de aprender diferentes. Tampoco, aprendemos igual o al mismo ritmo. Esto implica que la manera de trabajar con cada persona, no sea la misma, ya que debemos atender a las necesidades de cada persona cuando estas las tengan. Los maestros, debemos ser los que ayuden a facilitar el trabajo de nuestros alumnos entendiendo sus diferencias y sus propias situaciones como enriquecimiento para todos.

Los dos últimos bloques que me quedan por contaros, son en los que se trabajan la semántica y ortografía, y la morfología y sintaxis.

Sin duda, estos bloques, nos suenan muchísimo más que los anteriores, ya que en primaria se tienen muy en cuenta esos contenidos. El problema, es que la manera de trabajarlos no siempre es la más indicada, por lo que si nos pusiéramos a recordar, la gran mayoría recordaría esas odiosas clases de ortografía donde el maestro nos explicaba y nos preguntaba las reglas una a una al pie de la letra. O cuando analizábamos las infinitas oraciones o párrafos morfológicamente para después realizar el análisis sintáctico, etc.

En primer lugar, comenzaré hablando de la semántica y ortografía. La ortografía es  el código gráfico de la lengua mientras que la semántica se refiere al significado y la interpretación de los signos lingüísticos. Por esto, podemos decir que tanto la ortografía como la semántica tienen bastante relación.

Es muy importante que sepamos escribir de manera adecuada y que sepamos si lo que escribimos tiene o no sentido. La ortografía, está compuesta por muchísimas reglas que nos ayudan a escribir mejor. Sin embargo, cuando nos obligan a aprendernos esas reglas de memoria, no nos beneficia para nada dado que la ortografía se aprende de manera visual. Por mucho que los maestros les obliguemos a nuestros alumnos a escribir 50 veces la palabra que han escrito mal en un dictado (el cual siempre todos creemos que existe uno, cuando hay muchos tipos de dictados más divertidos) o al copiar/ contestar un ejercicio, no les estaremos ayudando mucho dado que hay diversos métodos que son más efectivos.

A los niños, les encanta dibujar, por lo que si nos dedicamos a buscar en la letra de dificultad de la palabra, algo que podamos dibujar con relación a ella, el niño se acordará más fácilmente ya que le llamará la atención. También, en caso de duda, puede probar en un lado, para ver cuál le suena más según la ha escrito.

Hay muchísimas actividades en relación con la ortografía que pueden ayudar a nuestros alumnos a corregir todas y cada una de las faltas, también incluyendo los signos de puntuación y la tilde diacrítica.

La semántica, tiene que ver con los significados de las palabras, aunque para ello, también es importante en significante ya que hay palabras que se escriben de distinta forma pero se dicen igual. Con la ayuda del diccionario, podemos buscar distintas palabras, ver cómo se escriben y leer detenidamente los distintos significados. Sin embargo, esto es muy relativo, ya que lo mejor es que los niños busquen la palabra que no entienden (si tampoco encuentran la inferencia) dentro de un contexto. Es decir, el significado de una palabra también viene determinado por un contexto.

Hay muchas actividades en relación con la semántica como: de la habana ha venido un barco de… o la clase está llena de… En estas actividades, cada niño debe decir rápidamente una palabra (sustantivo, adjetivo…). Si repiten la palabra que anteriormente un compañero ha dicho, obtienen menos puntos (podríamos eliminarle pero lo mejor es que el niño siga jugando).

Tras realizar estas actividades, se podrá realizar una evaluación basándonos en el feedback: preguntar a nuestros alumnos acerca de cada actividad, ya que se le tiene en cuenta. Desde hace años y en la actualidad, el alumno realiza la actividad y el maestro es quien la corrige y se las entrega a los alumnos de nuevo. Esto hace que los niños, no mirasen sus fallos ni sus aciertos por lo que el aprendizaje no era muy significativo como lo es gracias al feedback.

Siempre se cree que el resultado final es lo más importante cuando en verdad, lo que más nos debe importar es el proceso que ha tenido ese alumno, cómo ha ido mejorando ante las dificultades que ha tenido, eso es lo que verdaderamente deberíamos valorar.
Con respecto a la morfosintaxis, también deberíamos replantearnos los maestros cambiar la metodología en la que actualmente se está enseñando.

Debemos partir de la base de que la morfología y la sintaxis son dos maneras de analizar las clases de palabras. Sin embargo, este contenido, únicamente lo van a ver durante su etapa escolar obligatoria y en bachillerato. Una vez estén en la universidad, este contenido no lo volverán a tocar (a no ser que se encuentren dentro de la carrera de filología hispánica) jamás en su vida. Ante esto, deberíamos tener en cuenta que lo mejor es que los alumnos aprendan esto (ya que hay que aprenderlo) desde una perspectiva en la que puedan reflexionar qué clase de palabra es, y por esa razón es un sintagma tal con función tal.

La verdad es que, estos contenidos, tienen poca utilidad, pero son conocimientos que alguien debe saber acerca de su idioma. Es difícil de convencer al alumno, pero,  el maestro debe explicar y  trasladar la forma en la que los alumnos lo entiendan. Si se limita a decir por qué si o porque aparece en el currículo, la credibilidad del maestro caerá.

 La morfosintaxis es el conjunto de elementos y reglas que permiten construir oraciones con sentido y carentes de ambigüedad mediante el marcaje de relaciones gramaticales, concordancias, indexaciones y estructura jerárquica de constituyentes sintácticos. Se enfoca, por tanto, a la cohesión textual y a la adecuada organización de las palabras en las frases y los textos. Esta está compuesta por la morfología y la sintaxis, dos componentes de la gramática que, por utilidad didáctica, se analizan por separado, pero debe tomarse en cuenta que, en realidad, son dos unidades indesligables.

En mi opinión y bajo mi experiencia, la morfosintaxis recuerdo que para mí ha sido algo bastante aburrido y complicado aunque era más entretenida porque era más práctico. Sin embargo, el análisis morfológico y el sintáctico, nunca los he aprendido a la vez, sino por separado. Primero el análisis morfológico y después el sintáctico. Cuando aprendí el análisis sintáctico, el análisis morfológico se hizo a un lado y nunca más lo volví a tratar ni a utilizar en clase.

En la didáctica de la lengua, nos han enseñado a analizar oraciones sintácticamente de manera significativa donde los niños deban volver y acordarse de la clase de palabra que es para conocer que función realiza en la oración dicha palabra. Para mí, ha sido un poco complicado y he podido aprender cosas nuevas o más bien, con denominación diferente a lo que estaba acostumbrada.
Hay muchas maneras de analizar sintácticamente, y aunque casi todas las metodologías son parecidas, debemos asegurarnos cuál es la que nuestros alumnos seguirán después, cuando estén en el instituto o si están en el centro educativo, cual se utilizará después.

Tampoco debemos aturullar a nuestros alumnos analizando multitud de oraciones durante una clase, ya que la metodología que hemos aprendido es muy repetitiva y con el fin de recordar todo. Por ello, con que analicemos 2 o 3 oraciones en clase es suficiente. También, podemos acompañar estas oraciones que hagamos en el aula, con otras que busquemos o hagamos con ayuda de la PDI o por medio de distintas páginas web que encontremos en la red. La única condición, es que nos aseguremos de que estas páginas son lo que estamos buscando para nuestros alumnos.


Los alumnos nos necesitan y ellos deben ser centro del proceso. Nosotros, los maestros, debemos apartarnos a un lado y ser un apoyo, no un elemento imprescindible. Dar todo de nosotros y desear lo mejor al alumno, para hacer de ellos personas autónomas.

Conclusión


Como bien me dirigía al principio, todo tiene su tiempo y no siempre dura para siempre. La asignatura me ha parecido muy interesante y en ella he aprendido y recordado conceptos, sino que he aprendido multitud de metodologías. Una de ellas, que me ha encantado para evaluar, es la técnica del “boli verde, boli rojo” que no dudare en utilizar cuando ejerza de maestra en un centro educativo.

Después de 3 años de carrera y de todo lo vivido, cada vez me doy más cuenta de que esta profesión es pura pasión y atención, y cada vez me enamora más la manera de acercarme a las personas y compartir con ellas no solo conocimientos, sino vida.

Para finalizar, me gustaría dar gracias a la profesora, Irune, por habernos enseñado y haberte llenado de paciencia y por hacernos sentir maestros desde el minuto en el que nos viste. Gracias por ayudarnos y guiarnos en este camino, donde poco a poco hemos ido adquiriendo nuevos conocimientos y herramientas para cambiar la educación desde el plano que nos toca, pero quizá el más importante, el aula. Desde ahí, aplicaremos todo lo que hemos aprendido en este año dejando que siempre el niño sea el protagonista de su propio aprendizaje y que se encuentre cómodo en el aula tanto con nosotros, como con sus compañeros.

Yo, como futura maestra, luchare con cada niño intentando sacar lo mejor de él, para que vea que él es el que brilla, como nosotros hemos brillado en estas dos asignaturas guiados por Irune. Por esto, puedo decir, que aunque esta experiencia haya terminado, la llevaré siempre conmigo y aprenderé de los errores. Todo llega a su fin, pero en la mente, se alojan los recuerdos. Ahí es donde estarán todos los recuerdos de estas asignaturas y de este curso.


Bibliografía


  • Carpeta Documentación Moodle, Actividades de expresión escrita, tipos de textos.


  • Labajo, M. T. (n.d). Apuntes de didáctica de la lengua española, [en línea]. Centro Universitario La Salle. Disponible en: https://online.lasallecampus.es 
  • https://kuaest.enl.plus/2009/12/aspectos-estudio-lenguas.html
  • *Todas las páginas utilizadas durante el trascurso de la realización de las actividades de la asignatura, así como la documentación complementaria proporcionada en Moodle.

  • 1 comentario:

    1. Perfecto, Blanca, un verdadero broche de oro para la asignatura y para el curso en general.

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